Desde que Walt tenía 10 años, tuvo la fuerte intuición de que se convertiría en el padre de una niña de ojos marrones llamada Chloe.
Pero abandono esta idea cuando se casó con su amor de juventud Annie. Los dos tenían los ojos azules.
Pero el destino iba a ser diferente para la pareja.
Walt y Annie se conocían de toda la vida. Al nacer Annie, la familia de Walt se mudó al mismo barrio Y desde ese momento la pareja se haría inseparable. Serían amigos inseparables y esa amistad se transformaría después en amor.
La pareja se casó y comenzó a planear su futuro buscando crear una familia
Walt tenía la intuición desde pequeño que él sería padre de una niña de ojos marrones llamada Chloe. Sin embargo Annie tenía como Walt los ojos azules, y entonces se dio cuenta de que las posibilidades de que esto se hiciera realidad eran muy pequeñas.
Conocieron a su madre biológica
Durante cuatro años la pareja trató de quedarse en estado, pero sin éxito. Finalmente decidieron adoptar a un bebé. Tras una larga espera, recibieron finalmente un correo de la agencia de adopciones. Iban a ser padres de una niña.
Walt y Annie tuvieron la oportunidad de conocer a la madre biológica antes de que naciera la bebé. Esta ansiosa pareja iba a conocer a la madre, pero cuando ella abrió la puerta, Walt se quedó paralizado
– Al abrir la puerta la madre era una exacta versión en adulto de la niña que yo siempre había soñado, dice Walt.
La pareja y la madre estuvieron charlando durante tres horas. Y entonces fue cuando vino el shock. Preguntaron a la mujer si había pensado algún nombre para la niña. Y su respuesta dejo a Walt con la boca abierta
– La madre nos dijo: ”Desde que supe que estaba embarazada de una niña, quería llamarla Chloe”, cuenta Annie.
Unos meses más tarde Walt tuvo en su brazos a la niña con la que había soñado tantos años.
– Durante tantos años he soñado con esta niña y ahora está aquí. Ha formado parte de mi vida durante tantos años y ahora está realmente aquí, dice Walt.
Esta historia me pone la carne de gallina. Realmente me hace creer en el destino. Todos estos años, Walt soñaba con Chloe, y cuando él casi perdió su esperanza, ella acudió a él de la manera más impensable.
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