Las mujeres que se atrevieron a desnudarse: el auge del bikini

Una prenda diminuta. Eso fue todo lo que hizo falta para desatar la indignación, prohibiciones e incluso detenciones en todo el mundo.

En la lucha que durante décadas enfrentó la modestia y la libertad, el bikini emergió como villano y vencedor. Los Papas lo tildaron de pecaminoso. Los gobiernos lo prohibieron.

Pero las mujeres siguieron llevándolo y, con cada aparición atrevida, reescribieron las reglas.

Sastres en las playas

A principios del siglo XX, los trajes de baño distaban mucho de los diseños elegantes y modernos que conocemos hoy en día. En aquella época, eran prendas voluminosas que cubrían todo el cuerpo, hechas de lana y diseñadas para cubrir a los bañistas y protegerlos del sol. No se trataba de moda, sino de decencia.

En las playas de Estados Unidos eran habituales los estrictos códigos de vestimenta. Según Kathleen Morgan Drowne y Patrick Huber en su libro sobre la cultura pop de los años veinte, en lugares como la playa Clarendon de Chicago se contrataba incluso a sastres para que ajustaran in situ los trajes de baño que se consideraban demasiado reveladores.

En todo el país surgieron normas similares: en Coney Island, por ejemplo, se prohibieron los calcetines de baño en 1915 si dejaban al descubierto «las rodillas con hoyuelos». En Washington D. C., la policía de la playa era conocida por hacer cumplir estas normas con cintas métricas en la mano.

¿Arrestada por llevar un bañador de una pieza?

A principios del siglo XX, lo importante era cubrirse. Se esperaba que tanto hombres como mujeres llevaran trajes que cubrieran desde el cuello hasta las rodillas, sin excepciones. ¿Y si se veía algo de piel? Bueno, eso se consideraba escandaloso.

Pero el cambio estaba en el horizonte. En 1907, la nadadora australiana Annette Kellerman se convirtió en una de las primeras en desafiar estas normas cuando se puso un traje de una pieza que dejaba al descubierto los brazos, las piernas y el cuello, en lugar de los pantalones bombachos que se aceptaban entonces.

Apodada «la sirena australiana» por sus extraordinarias habilidades como nadadora, Kellerman pasó gran parte de su vida desafiando las normas sociales y redefiniendo los ideales.

Bain News Service / Wikipedia Commons

Según la propia Kellerman, fue arrestada por la policía por llevar un traje «indecente», aunque no hay informes oficiales que lo confirmen. No obstante, en aquella época causó un gran escándalo que una mujer nadara de esa manera. El incidente fue noticia y desencadenó un movimiento.

La atrevida elección de Kellerman en materia de trajes de baño captó la atención del público y, en poco tiempo, sus trajes de una sola pieza se convirtieron en una tendencia popular.

La demanda creció tanto que finalmente lanzó su propia línea de trajes de baño, y los «Annette Kellermans», como se les llegó a conocer, marcaron el primer paso hacia la evolución de los trajes de baño modernos para mujer.

Los locos años veinte: una nueva ola de moda

A medida que avanzaba la década de 1920, el estilo flapper comenzó a causar sensación, no solo en la ropa de noche, sino también en la playa. Todo comenzó cuando un grupo de rebeldes de California se rebeló contra la tradición. Conocidas como las «chicas de las faldas colgadas», su objetivo revolucionario era sencillo: trajes de baño con los que las mujeres pudieran realmente nadar.

Así, la moda de baño comenzó a cambiar, volviéndose más práctica y ajustada. Las «chicas de las faldas colgadas» simbolizaron un cambio a nivel nacional que iba más allá de la moda: se trataba de funcionalidad y libertad de movimiento.

Aunque todavía eran modestos para los estándares actuales, las mujeres empezaban a mostrar poco a poco más piel con trajes de baño diseñados para la libertad de movimiento. Pero la verdadera revolución aún estaba por llegar.

El bikini: un paso adelante escandaloso

Luego llegó 1946 y, con él, el nacimiento del bikini. Inventado por el ingeniero francés Louis Réard, este traje de baño de dos piezas dejaba al descubierto el ombligo y mostraba más piel de la que se consideraba apropiada en los espacios públicos.

Pocos días antes de la presentación del bikini en 1946, Estados Unidos llevó a cabo su primera prueba nuclear en tiempos de paz en el atolón de Bikini, lo que atrajo la atención mundial.

Aunque el diseñador Louis Réard nunca explicó por qué llamó «bikini» al traje de baño, muchos creen que fue un guiño al impacto explosivo que esperaba que tuviera, tanto comercial como culturalmente, al igual que la propia bomba. Otros sugieren que el nombre evocaba el atractivo exótico del Pacífico o comparaba el impacto de un traje de baño revelador con la potencia de una explosión atómica.

Imagen de Dominio Público

La reacción en Estados Unidos no se hizo esperar: muchas playas prohibieron el bikini, que se consideraba una auténtica rebelión. Y las cosas no fueron mucho mejor en Europa. En 1949, Francia prohibió los bikinis en sus playas y, en Alemania, se prohibieron en las piscinas públicas hasta la década de 1970. Al mismo tiempo, ciertos grupos comunistas criticaron el bikini como un símbolo de la decadencia capitalista y la corrupción moral.

El papa Pío XII declaró que el bikini era pecaminoso y varios países, entre ellos Bélgica, Italia, Portugal y España, impusieron prohibiciones a nivel nacional sobre este traje de baño.

En un conocido incidente ocurrido en 1952, se pidió a la modelo australiana Ann Ferguson que abandonara la playa de Surfers Paradise porque su bikini Paula Stafford se consideraba demasiado revelador.

La verdad sobre la famosa foto

Una foto se ha convertido en símbolo de todo el debate sobre si los bikinis deben permitirse o no en las playas públicas. Y proviene de Italia.

La imagen en blanco y negro, que se ha vuelto viral en los últimos años, muestra a un hombre con un uniforme blanco de pie junto a una joven en bikini en una playa. Los usuarios de las redes sociales suelen afirmar que la foto fue tomada en Rímini, Italia, en 1957. La versión más compartida de la historia dice que el hombre es un policía que le pone una multa a la mujer por nada más que llevar un bikini.

Una publicación de Reddit de 2023 con la imagen acumuló más de 31.000 votos positivos y 1400 comentarios. La leyenda decía: «Un policía multa a una mujer por llevar un bikini, 1957».

Reddit

Pero, ¿era real?

La foto en sí es auténtica, no hay signos de manipulación digital, pero la historia que hay detrás sigue siendo un misterio. No hay pruebas sólidas de que la mujer fuera multada por su traje de baño. Algunos sospechan que puede tratarse de una escena montada con modelos o actores, mientras que otros creen que el agente podría haberla multado por un motivo completamente diferente.

Aun así, la foto tocó la fibra sensible.

En un correo electrónico, Gianluca Braschi, director de los Archivos Estatales de Rímini, confirmó a Snopes que Italia tenía leyes sobre trajes de baño en vigor en aquella época, aunque la historia detrás de la foto sigue sin estar clara.

Como explicó Braschi, una ley de 1932 prohibía «bañarse en público en estado de desnudez total y con trajes de baño indecentes». Esa ley siguió técnicamente en vigor hasta el año 2000, aunque su aplicación era inconsistente.

Así que, aunque quizá nunca sepamos toda la historia detrás de ese momento viral, refleja una tensión muy real de la época, en la que los bikinis no solo llamaban la atención… sino que también podían meterte en problemas.

La influencia de Hollywood

No fue hasta la década de 1960 cuando el bikini se hizo realmente popular. Los cambios culturales abrieron la puerta a estilos de trajes de baño más atrevidos. Pero incluso entonces, la opinión pública estaba dividida. Las zonas más conservadoras se opusieron al diminuto bikini de dos piezas.

Un ejemplo es el Código de Producción Cinematográfica de los Estados Unidos, más conocido como Código Hays, que entró en vigor en 1934. Aunque permitía los trajes de baño de dos piezas en las películas, prohibía estrictamente mostrar el ombligo. Para aumentar la presión, la Legión Nacional de la Decencia, un grupo de vigilancia católico romano, instó a Hollywood y a los cineastas internacionales a mantener los bikinis fuera de la gran pantalla.

El auge de estrellas de Hollywood como Marilyn Monroe, Ursula Andress y Brigitte Bardot contribuyó a redefinir los estándares de belleza y confianza en el cuerpo. Estos iconos no solo llevaban trajes de baño, sino que se convirtieron en sinónimo de ellos.

La chica del bikini

Quizás nadie hizo más por lanzar el bikini al estrellato mundial que la actriz francesa Brigitte Bardot. No era solo que llevara un bikini, era cómo lo llevaba. En su papel revelación en La chica del bikini, Bardot no solo llevaba el bañador, sino que lo convirtió en una declaración cultural.

Su figura, envuelta en un bikini sin tirantes en forma de diamante que parecía que se iba a caer en cualquier momento, era el centro de atención de la película. Con su melena larga y revuelta y su actitud despreocupada, Bardot no solo actuaba, sino que reescribía las reglas de cómo se podía ver a las mujeres en la pantalla.

La película se aseguró de mostrarla en armonía con el océano y el sol, pero seamos sinceros: era su cuerpo lo que adoraba la cámara. La película la enmarcó en el clásico estilo pin-up, pero Bardot no era solo un placer para la vista, sino que se convirtió en la primera actriz en protagonizar una película en bikini y darle un arco narrativo.

Brigitte Bardot lleva un bikini blanco y posa en una playa rocosa en una imagen de la película «La chica del bikini», dirigida por Willy Rozier, 1958. (Foto de Atlantis Films/Pictorial Parade/Cortesía de Getty Images)

Aunque no fue la primera mujer en llevarlo, Bardot fue la primera en convertir el bikini en un icono a través de la narración, y el impacto de esa película en Estados Unidos la catapultó a la fama internacional instantánea.

El bikini blanco de Ursula Andress en Dr. No (1962) se convirtió en un icono instantáneo porque combinaba el atractivo sexual, la fuerza y el impacto cinematográfico de una manera que el público no había visto antes.

Cuando salió del mar con un cuchillo atado a la cadera, Andress no era solo un placer para la vista, sino que era poderosa, segura de sí misma e inolvidable. Ese momento la definió como la chica Bond definitiva y consolidó el bikini como símbolo de la feminidad atrevida en la cultura pop.

En la década de 1970, el bikini estaba por todas partes. Los trajes de baño se volvieron aún más reveladores, con la aparición de los bikinis de tiras y las braguitas tipo tanga. Los bañadores de hombre también se redujeron, ya que la «modestia» de principios del siglo XX pasó a ser cosa del pasado.

Los trajes de baño hoy en día: positividad corporal y diversidad

En el siglo XXI, la ropa de baño ya no se limita a cumplir las normas sociales. El mercado de la ropa de baño se ha disparado y ofrece un sinfín de opciones.

Desde modestos bañadores de una pieza hasta bikinis de tiras y atrevidos tangas, hay para todos los gustos. Además, el debate sobre los tipos de cuerpo ha evolucionado significativamente. Hoy en día, se trata de comodidad, confianza y positividad corporal, y personas de todas las formas, tamaños y orígenes se expresan libremente en la playa o la piscina.

Atrás quedaron los días en los que se regulaba la «decencia» de los trajes de baño. Ahora, todo se basa en la elección personal y la expresión individual. Ya sea un traje de baño que cubre todo o el bikini más revelador, el cambio de opinión de Estados Unidos sobre la modestia refleja una sociedad mucho más inclusiva y tolerante.

Lo que comenzó como una batalla por la modestia se ha convertido en una celebración de la diversidad, la individualidad y la libertad. Así que la próxima vez que vayas a la playa, recuerda: no se trata solo del bañador, sino del viaje hacia la autoexpresión que representa.

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