Personalmente detesto limpiar. Es tan aburrido y pesado. Sólo lo hago si realmente lo tengo que hacer y estoy acostumbrada a escuchar que mi escritorio parece un desastre. Pero pues me toca vivir con eso. Durante mucho tempo la sociedad ha conectado el desorden con la pereza. Pero ahora el periodista John Haltiwanger defiende a los desordenados en un artículo en Elite Daily que ha sido compartido por cientos de miles de personas. Él dice que no hay ninguna conexión entre tener desorden en por ejemplo la oficina y en la casa con el hecho de tener desorden en la cabeza. ¡Es al revés! Así que si tu eres un poco desordenado, y te has acostumbrado a las las miradas de la gente, pues entonces aquí tienes tres buenas cosas para recordar.
1. No te preocupas por status quo
Haltiwanger dice que hay algo necesario y hasta algo hermoso en ser una persona organizada. Pero también tenemos que aprender a aceptar el caos, porque nada se queda limpio y ordenado por siempre. Y en cualquier momento todo regresa a ser organizado.
2. Encuentras inspiración en el desordenn
¿Sabías que muchas personas famosas y exitosas fueron desordenadas? Por ejemplo Roald Dahl, J.K. Rowling, e incluso el gran genio, Albert Einstein.
En el libro, A Perfect Mess: The Hidden Benefits of Disorder, los autores Eric Abrahamson y David H. Freedman dicen, ”En un escritorio desordenado las cosas importantes tienden a estar en el tope o en un sitio donde las encuentras. Las cosas que se pueden ignorar resultan en el fondo del desorden, lo cual es razonable.”
Un estudio de Kathleen Vohs de University of Minnesota Carlson School of Management, también encontró que un ambiente desordenado incrementa la creatividad.
“Ambientes desordenados parecen inspirar y hacer que te alejes de la tradición, lo cual puede producir nuevas ideas. Ambientes organizados parecen inspirar a seguir convenciones.”
3. Eres valiente y espontáneo.
“Siguen la corriente en vez de nadar en contra ella”, dice Haltiwanger.
En vez de preocuparse por los detalles minúsculos, los desordenados tienden a concentrarse en lo grande. Prefieren enfocar todo su tiempo y atención a la tarea importante en vez de preocuparse por otras cosas. De acuerdo a Haltiwanger, esto los hace más aventureros y dispuestos a dar un paso más, en contrario a la gente organizada.
No es malo ser organizado, pero un poco de desorden tampoco es malo. Déjate inspirar de tu ambiente desordenado y trata de no preocuparte por limpiar la casa ahora. Acuérdate que es importante tener un balance sobre el desorden y lo organizado.
“Ser desordenado puede ser simple y hermoso, y es por eso que produce tantas personas innovadoras, dice Haltiwanger.”
O como solía decir mi papá, mejor tener un poco de sucio en las esquinas que un infierno limpio.
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